7 de julio de 2016

La calle no es de todos

El otro día iba dando un paseo por la Puerta del Sol de Madrid cuando ví uno de esos espectáculos de break-dance, un baile de hip hop callejero. Me acerqué, ya que siempre me han  interesado ese tipo de actos culturales semi-espontáneos. Lo cierto es que los integrantes del grupo tenían arte y talla profesional más que suficientes como para encandilar a los presentes y cosechar los merecidos aplausos y propinas del público. Giros con la cabeza en el suelo a modo de peonzas humanas, el pino con un solo brazo, volteretas, interacciones con el público y todo tipo de giros imposibles que estaban conformando un espectáculo, en mi humilde opinión, sobresaliente.


Momento en el que la policía interrumpe el baile
Lamentablemente todo lo bonito se termina, y el show de breakdance no fue una excepción. Sin previo aviso, en medio del corro formado alrededor de los artistas, una pareja motorizada de policías municipales hizo acto de presencia (no te lo perdonaré jamás Carmena). Inmediatamente,  el cómodo ambiente generado entre los allí reunidos se tornó enrarecido y crispado.

Las familias, antes risueñas y divertidas se empezaron a alejar de allí  con cierto recelo (no fuera a ser que hubiera problemas). También se marcharon los turistas, las parejitas, los jubilados... En un instante el miedo se impuso a la libertad de expresión y a la belleza del baile.

La ley aplastó con su bota autoritaria ese momento precioso, dejando claro que la calle no es de todos. La calle no es de los artistas sin licencia oficial, ni de los viandantes curiosos que observan sus espectáculos. Tampoco es de los manifestantes incómodos que protestan sin autorización ni de los manteros africanos que venden sus mercancías en la acera. Pero la calle sí que es de las empresas multinacionales que montan sus stands de promoción en Callao en Principe Pío en Ciudad Universitaria o donde les de la gana. Ellos sí tienen licencia para ocupar el espacio público y meternos publicidad hasta en la sopa.


Puesto publicitario de Samsung en Callao
Y reconozco que de algo tienen que vivir toda esa gente que se dedica a pegar carteles en muros, repartir panfletos en bocas de metro y demás labores publicitarias, pero sinceramente estoy harto de andar por la calle y no ver más que anuncios (en las marquesinas de bus, en las pantallas de las fachadas, en los carteles gigantes...)
Joder ¡dejádnos vivir! y sobre todo ¡dejádnos disfrutar de los espectáculos callejeros que aportan cultura y enriquecen al pueblo!

23 de junio de 2016

Las cloacas del PP están rotas

De tanto tragar mierda las cloacas del Estado se han saturado. Ya tragaron el Caso Gürtel, la financiación ilegal, el saqueo del dinero público en Valencia, los papeles de Bárcenas... y así podríamos seguir todo el artículo, nombrando los infinitos ''casos aislados'' que afectan al PP.
Ahora las cloacas, a 3 días de las elecciones no dan más de sí. Están atascadas y la podredumbre acumulada sale a borbotones de las alcantarillas, embriagando a los ciudadanos españoles con un fétido e insoportable olor. Ya da igual a quién votes o como te definas políticamente porque incluso los que apoyan al Partido Podrido tendrán que olfatear el resultado de 4 años de corrupción.


Siempre hay una gota que colma el vaso, y en este caso el protagonista es el Ministro del Interior Jorge Fernández Díaz. El diario Público está sacando a la luz las grabaciones que le comprometen en una conspiración  contra políticos independentistas catalanes. Con sus oscuras maniobras el jefe de la Policía Nacional y de la Guardia Civil ha dinamitado por completo la separación de poderes, si es que llegó a existir alguna vez en esta peculiar ''democracia''.

El ministro que condecoró en varias ocasiones a la Virgen con medallas al mérito policial y que elige el Valle de los Caídos para ''meditar'' queda retratado en estas grabaciones. ''Esto la Fiscalía te lo afina'' le dice a su compinche en la oficina antifrau catalana. Fernández Díaz se refiere a los documentos que probarían nombramientos irregulares de la Generalitat de Cataluña. El ministro se muestra entusiasmado y ansioso al recibir estas informaciones: ''¿Qué es lo que me puedo quedar yo?¿Qué es lo que me puedo quedar yo'' repite. Y ¿para qué quiere quedarse esos documentos? Para filtrarlos convenientemente a la prensa y perjudicar a sus rivales políticos como él mismo reconoce: ''Cuando publicas, generas una presión mediática que hace que se tomen interés por el tema''. Y es consciente de las repercusiones que tendrá su acción contra el independentismo: ''Esto es un torpedo en la línea de flotación...''


De esta forma queda demostrado lo que muchos sospechábamos: El Gobierno del PP ha utilizado estos 4 años a los jueces, a los fiscales y a los policías para atacar a sus rivales políticos. Estas conductas antidemocráticas evidencian las profundas raíces franquistas de este partido político que, por desgracia, aún hoy es mayoritario en nuestro país.
En tiempos de Franco la Brigada Político-Social de la policía se dedicaba a perseguir, espiar, torturar y detener a los que se oponían a la criminal dictadura. Han pasado más de 40 años y Jorge Fernández Díaz, heredero de esa tradición totalitaria ha decidido crear su propia policía política para espiar a sus adversarios.

No seamos ingenuos, evidentemente la filtración de estas grabaciones a pocos días de las elecciones no es casual, sino que responde a una guerra interna en la cúpula de la policía. Al parecer, algunos comisarios que el propio PP puso al frente no están del todo satisfechos y han decidido tirar de la manta (qué bonita expresión). Entre tanto, el olor tóxico sigue saliendo a la superficie y de cara a las elecciones del 26J solo nos quedan dos opciones: votar masivamente para echar al Partido Podrido del Gobierno o ponernos una pinza en la nariz los próximos 4 años y empezar a respirar por la boca...

17 de junio de 2016

La Filosofía sigue viva

La Filosofía es una asignatura incómoda para aquellos que solo piensan en cuentas de resultados, productividad y márgenes de beneficios. La Filosofía va un paso más allá de lo obvio, de lo que está a la vista de todos y saca a la luz aspectos existenciales ocultos.  Por eso es revolucionaria. Y no digo que sea malo o reprobable buscar el beneficio empresarial o el progreso personal en la vida, pero es que incluso para esos fines la base ética y filosófica es fundamental.

¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Las eternas preguntas del ser humano siguen ahí y solo la Filosofía se atreve a plantearlas en nuestro decadente sistema educativo. Nadie dice que estas preguntas vayan a ser respondidas por asistir a unas cuantas horas de clase de un profesor o por leer 3 o 4 textos de Hume o Aristóteles. Pero la asignatura sí que puede servir como una primera toma de contacto con el mundo de las ideas, con el mito de la caverna, con la dialéctica y la retórica de los sofistas...

Resulta triste y desesperanzador escuchar a tanta gente tachar de inútil a la Filosofía o de poco práctica para la vida diaria. ¡Nada más lejos de la realidad! Por ejemplo un amigo intenta convencerte para que le prestes 10 euros, aunque en principio a ti no te apetece ¿acaso él no está utilizando la dialéctica y la retórica en su discurso para conseguir sus fines?  Cuando leemos libros o  vemos películas, que nos influyen en nuestra visión y concepción del mundo, en muchísimas ocasiones las ideas que utilizan parten de la filosofía clásica o moderna. Alicia en el País de las Maravillas o Matrix se basan, ni más ni menos, que en el Mito de la Caverna de Platón.


Representación del Mito de la Caverna de Platón


El Mito de la Caverna expone la teoría platónica de las ideas, según la cual hay 2 mundos. Uno es el mundo ilusorio (la caverna) donde está la mayoría de la humanidad. El otro es el mundo real (el exterior) donde va el esclavo liberado que progresa en su educación. Cuando el liberado desciende de nuevo a la caverna descubre que sus antiguos compañeros prefieren vivir en la ignorancia antes que atender a la descripción de ese mundo real. El paralelismo con la película Matrix es evidente: existen 2 mundos simultáneos y el protagonista es capaz de acceder al mundo real y así salir de la caverna mediante la elección de la pastilla roja, que representa la dolorosa realidad.

La verdadera función de la Filosofía es abrir la mente de la gente, aunque los sucesivos planes de estudios de los gobiernos (da igual el color político) ya se han ido encargando de reducir al mínimo las grandes posibilidades de transformación social que tiene esta rama del pensamiento. Ese pensamiento que cada vez se estrecha más y más, volviéndonos incapaces de dilucidar nada que se salga del marco establecido por el sistema (preocúpate solo del fútbol, salir de fiesta y follar). A este oscuro túnel se ve empujada la juventud española, que termina por admirar a Ylenia, a Cristiano Ronaldo y a DJ's que, más que pinchar discos, nos pinchan las neuronas cada fin de semana con su ''música'' chirriante.



La LOMCE aprobada por el PP margina aún más a la Filosofía, como paso previo a eliminarla totalmente. Lo mismo ocurre con el resto de asignaturas que fomentan la creatividad: Música, Plástica, Educación Física... El objetivo de esta medida política es evidente: quitarnos nuestro poder individual y nuestra magia creativa, para convertirnos en una masa humana manejable que no ponga en peligro el orden establecido. 


En fin... estamos ante un panorama difícil pero mientras quede un solo maestro comprometido y un solo joven interesado en la esencia de la Filosofía quedará esperanza. Y desde luego, a día de hoy la Filosofía sigue viva, abriendo mentes cerradas y despertando conciencias dormidas, por mucho que a algunos les pese.

Despido el artículo, como no podía ser de otra manera, con una acertada frase de Aristóteles: '' El hombre más poderoso es aquel que es totalmente dueño de sí mismo''.

13 de junio de 2016

El dilema del científico


La ciencia y la tecnología han evolucionado más en los últimos 100 años que en el resto de la historia humana. La electricidad, los avances médicos, los ordenadores, Internet... Todo ello ha supuesto una mejora en la calidad de vida de muchas personas. Sin embargo, olvidamos con facilidad otras experiencias, en las que la ciencia no estuvo del lado del progreso, sino que sirvió como el brazo armado de gobernantes sin escrúpulos.


Especialmente interesante es el caso de Robert 
Oppenheimer, el físico estadounidense considerado padre de la bomba atómica. Fue contratado en el año 1942 en plena Segunda Guerra Mundial para dirigir el Proyecto Manhattan. Este proyecto tenía como objetivo desarrollar la bomba nuclear antes que los alemanes y solo le hicieron falta 3 años al brillante científico para lograrlo. Su implicación total en la investigación y su gran capacidad para coordinar grupos humanos dieron como resultado el arma más mortífera jamás creada.


Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki en Agosto de 1945 aniquilaron a 120.000 japoneses al instante. Además se calcula que 100.000 personas más murieron en las semanas posteriores, a causa de la radiación nuclear. Antes del bombardeo, Japón ya estaba prácticamente rendido y deseoso de firmar la paz, pero no hubo piedad. El gobierno de Estados Unidos liderado por Truman quería una rendición incondicional y absoluta. Para conseguirlo, decidió sembrar el terror con un genocidio fríamente calculado contra población civil indefensa.


Robert Oppenheimer, al ver el resultado de su creación, se mostró arrepentido y parafraseó a Bhagavad Gita: ''Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos''. El sentimiento de culpa le invadió y llegó a afirmar que tenía las manos ''manchadas de sangre''. Se enfrentó a políticos y científicos norteamericanos durante la Guerra Fría, intentando frenar la nueva bomba termonuclear y se ganó poderosos enemigos. Sin embargo, era tarde, el daño ya estaba hecho y era irreparable.

La tecnología, que tantos avances y conquistas ha traído a la humanidad, tiene una cara oculta y horrible, que no deberíamos olvidar nunca. Los científicos no son ajenos a la eterna lucha entre el bien y el mal y por supuesto tienen que elegir: luchar por la libertad y el bien común, nadando a contracorriente en un mundo corrupto, o venderse a los poderosos, poniéndose al servicio de la avaricia, la muerte y la destrucción.

6 de junio de 2016

Educando esclavos


Siempre hemos escuchado que la educación nos hace libres y abre nuevos horizontes de comprensión en la vida. Y en parte es verdad. Por ejemplo, leer y escribir nos enriquece, y sumar y restar son aptitudes fundamentales, aunque sea para que no te engañen al hacer la compra. Por lo tanto, es lógico que se enseñe a los niños a utilizar estas capacidades ¿Quién podría discutir esto? Son cosas obvias, y por supuesto, en este artículo no defiendo el analfabetismo. Tampoco es mi intención atacar a los muchos profesores y educadores honrados, que se dejan la piel cada día en los centros de estudio, a veces con inmensas dificultades.

 Ahora bien, lo que sí debo poner en tela de juicio es la estructura del sistema educativo que padecemos en las escuelas, institutos y universidades. Y no se trata de criticar la LOMCE o cualquier otra ley educativa. Es una cuestión mucho más de fondo. Lamento decir que no se está buscando precisamente la formación de individuos libres y con capacidad crítica en estos centros (públicos, privados o concertados, lo mismo da). Más bien todo lo contrario.

Desde el primer día de curso de 1º de Infantil nos enseñaron una importante lección, que quedó grabada a fuego en la conciencia: obedecer. Y de esta forma, nos obligaron a estar sentados 6 horas diarias desde los 3 años hasta los 16 (como mínimo). Nos forzaron a memorizar miles de páginas de datos inútiles para después repetir toda esa información como papagayos. Nos pusieron a prueba en los exámenes y nos concedieron premios o castigos.
En estos primeros años de vida,  el niño es curioso por naturaleza y necesita experimentar el mundo que le rodea por sí mismo, no a través de pesados libros de texto. Y, por supuesto, lo que quiere es correr, jugar, saltar, reír... hasta quedar exhausto. Todo el tiempo que sea necesario, y no solo media hora en el recreo.

Atados a un pupitre, teniendo que pedir permiso hasta para ir al servicio y con una pila de deberes cada tarde. Así es como moldea el poder al alumno, que es el trabajador/esclavo del futuro. El sistema educativo ya ha cumplido su función: mutilar la imaginación del niño y prepararle para estar 8 horas diarias sentado en una oficina.

Muchos pensarán que soy un loco o un radical por expresar estas opiniones, pero lo cierto es que solo hace falta mirar el mundo en el que vivimos para comprobar que no estamos educando a personas libres, ni de lejos. ¿Por qué nos quedamos de brazos cruzados o miramos hacia otro lado ante las injusticias que presenciamos cada día? ¿Por qué nos tragamos como sociedad las grandes mentiras de la caja tonta? ¿Por qué cuando por fin salimos a la calle a protestar, nos reprimen con dureza?

La educación es la base de todo, y esto bien lo saben aquellos  que tienen el poder en sus manos. Por eso los sistemas educativos van encaminados a crear jóvenes cobardes, pasotas, sin fuerza de voluntad ni espíritu crítico. Nos quieren como fichas en su tablero, compitiendo entre nosotros y machacando al más débil.
Nos tendrán cada vez más conscientes y despiertos, denunciando sus mentiras y combatiendo al corrupto poder.